Así como me ven, no tengo pelitos en el cuerpo, solo en la coronita, sin embargo mi cuerpo a través de mi piel emana bastante calor, suficiente como para servir de colcha eléctrica, calentar los pies y aliviar sus males reumáticos de cualquier mamá o papá que quisiera llevarme.
Soy de tamaño pequeño, muy cariñosa, me falta lengua para demostrar mi amor. Me gusta tirarme con las patitas hacia arriba en símbolo de sumisión.
No soy muy joven pero tengo la esperanza de gozar mis últimos años en el calor de un hogar, que será mi querido hogar.
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